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Mostrando entradas de junio, 2013

EDUCACION SEXUAL PARTE I

EDUCACION SEXUAL PARTE I LECTURA: 1ª CORINTIOS 7:1-5 UNA OBSERVACIÓN DEL AUTOR. Saludos y respeto. Me dirijo a los que son seguidores en Facebook- en el Hotmail y en el  http:// maestrojosebriceno.blogspot .com/  para informarles, que en esta oportunidad, estaré compartiendo un tema que ha sido negado su información en el Seno de la iglesia por diversas rezones, entre ellas, es que para muchos el tema del sexo es un tabú, cosa que no se debe hablar dentro de la congregación. Por esta causa este es un tópico que no es acto para religiosos, prejuiciosos, ni para enfermos que tienen sus mentes llenas de pornografía. Mi objetivo no es pervertir, es instruir, educar, perfeccionar un carácter; en el área de la sexualidad, para contribuir en aras de que en la pareja haya un mayor disfrute en el coito sexual tal como lo ordeno el Señor en el momento de la creación del hombre y la mujer. ///Bendiciones/// INTRODUCCIÓN. Esta breve guía sobre el sexo constituye un menú amoroso para leer a solas c

LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA. PARTE II

LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA. PARTE II PRODUCTO DE LA MORADA DEL ESPÍRITU PASAMOS A SER RECEPTORES DE LA UNCIÓN. Lo primero que debemos aclarar es la diferencia que hay entre la unción del Antiguo Testamento y la unci ón del Nuevo Testamento. En el antiguo pacto, la unción no era el Espíritu Santo. Según Éxodo 30:25.30. La unción era un ceremonial y tenía que ver con derramar aceite sobre algo o alguien, en señal de consagración. Viene del hebreo “Masa”. En Juan 12:3 se nos muestra que el acto de derramar un perfume sobre los pies de Cristo es relativo a la “Unción”. El texto dice: “Entonces María, tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús…” Observe que el acto de la unción en el Antiguo Testamento es aplicado al derramamiento de cualquier elemento sobre algo o alguien con un propósito específico, y que dicho acto no es aplicado al ¿QUIÉNES RECIBÍAN LA UNCIÓN EN EL ANTIGUO PACTO? Sólo cuatro tipos de personas que son: Reyes, profeta

COMUNICADO

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Me dirijo única y exclusiva mente a los que se consideran discípulos, amigos, y simpatizantes de este Ministerio; a nivel nacional como internacional. Que de alguna forma han sido bendecidos por El. Ministerio el cual represento como Maestro.  La presente es para informarles del proyecto que está en desarrollo de construir la sede del Ministerio de la Enseñanza “Jesús Soberano Señor” que se construirá en la Ciudad de Maracaibo en el Estado Zulia Venezuela.  La Sede tendrá unas dimensiones en su contrición de 1000 metros cuadrados, en dos estaciones (piso) con la idea de que en ella funcione el núcleo principal de la Escuela de Formación y Capacitación Teológica, sus oficinas, departamento de administración, de producción, de publicidad, logística, un circuito cerrado de televisión, entre otros; y un salón múltiple con capacidad para 800 personas.  Acudo a los que en verdad se consideran mis Discípulo que de alguna u otra forma han sido bendecido por este Ministerio de la Ense

LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA. PARTE I

Lo primero que debemos entender como creyentes, es que el Espíritu Santo es el don de Dios para la Iglesia, no para el mundo. Jesús dijo en Juan 14:17: “El Espíritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” Juan 3:16 dice que Cristo es el don de Dios para el mundo. De la misma forma que recibimos a Cristo como don de Dios mientras estuvimos en el mundo para salvación, debemos recibir al Espíritu Santo como don de Dios ahora que somos creyentes, ya que hemos creído. La experiencia que el creyente ha tenido con la persona del Espíritu Santo es muy superficial, aislada a la verdad de Dios. Debemos sacar al Espíritu del mundo de la Teología, que deje de ser abstracto para nosotros y que pase a ser una verdad en nuestras vidas. Uno de los pecados más graves que ha venido cometiendo el creyente en contra de la persona del Espíritu, es ignorarlo como persona y no tomar en cuenta sus f